¿Qué puedo decirles de lo eterno?
Ignorado pensamiento al que no alcanzo
ni a pensarlo desde antes, ni a extenderme hacia el mañana.
Es breve mi paso por lo eterno, hasta después del día inmóvil
y sólo se pierde su comienzo en los recuerdos de lo amado.
Lo eterno es quizás sólo un momento que persiste.
Como una plácida charla con mi padre o el dolor de su partida.
O la noche que se alarga en el insomnio si hay angustias
o ese beso enamorado que empieza y no termina.
¿Las estrellas son lo eterno? ¿Ensalzarme en lo feliz vivido?
Sé que lo eterno no son lapsos, pero pareciera, según veo,
que es mucho, mucho tiempo… alguno que tengo recordado
y la mayor parte que es la que he perdido.
Son disquisiciones sin sentido, porque no puede entenderse
todo aquello atemporal y que es en sí mismo el infinito.
No seré yo quien les diga de lo eterno.
De mi libro “De mis últimas letras”. 2020 ISBN 978-729-540-5