6:30 am marcan las agujetas de ese burlón reloj, esa mañana en que el sol nunca más brillo, donde la oscuridad con su manto me acobijo.
Calamitoso, amargo y asfixiante se volvieron mis días, he perdido mi horizonte, mi luz, mi guía, convirtiéndome un ser errante carente de alegría.
Mi alma, mi corazón y mi mente gritan tu nombre en esta soledad exigiendo tu presencia, tus sonrisas, tus regaños, tu vida….
En pleno verano todo se congeló estando de rodillas en esa fría habitación donde tu luz se apagó.
Ya un año, y ese eco fuerte todavía en mí resonando esta, pa, pa, pa, viejito, es hora de tu medicamento, pa despierta, pa, paaaa….
En mis manos te calmabas cuando el aire te faltaba, con mi música desafinada se estabilizaba esa agonizada lucha que te atormentaba.
Y fueron estas manos que su último suspiro tan cansado sintió, como un bello ángel sin sufrimiento se durmió, con su hermosa sonrisa plasmada en su inolvidable rostro su corazón se apagó y su alma de esta tierra partió.
Agonizante es desde entonces mi vida donde ya no existe noche ni día, ya un año y te extraño como el primer día
¿Por que me dejaste?
¿Por que de mi te alejaron?
¡Oh muerte ingrata¡ mi rosa de saron, mi campeón me has robado.
Vil día que con la luna conspiraste para hacer de su sueño un eterno descanso.
Cruel noche que huiste llevándote mi pilar, rompiendo con esto mi estabilidad emocional.