Apostar por un futuro mejor.
A veces me pregunto… ¿quiénes estarán cerca en la hora de mi ocaso?
Lo que me lleva a reflexionar sobre mi siembra, en los corazones de quienes me rodean, y no hablo sólo de las personas con las que convivo a diario, también de las que no están cerca, pero están.
¿Encuentro la forma de hacerles sentir mi afecto y acompañamiento?
¿Soy capaz de amarlos, dejando de lado las particularidades que no comparto de cada uno?
Todos somos diferentes, y esas diferencias son la riqueza que cada uno aporta en su vida. No tengo que estar de acuerdo, sólo respetar y aceptar, reconocer su luz, sus valores, su buena voluntad y sincero afecto… y sí, que lo brinden a su manera.
Pretender recorrer el camino sin compartir, implica llegar al ocaso y encontrar soledad.
Deseo ser como el campesino, poder sembrar hasta el ocaso… y que mi semilla sea el amor.
Miriam Venezia
19/02/2022