En esta noche larga, de insomnio y de locura,
me acompañan recuerdos, de tiempos tan lejanos.
Me llega mi niñez, con toda su ternura,
también mi juventud, con momentos ufanos.
Vuelven viejos amores, y cierta travesura,
tantísimos recuerdos, algunos más cercanos.
La imagen se recrea, admiro la figura,
hombre de acero y miel, ¡la beldad hecha a manos!
Y te pienso hombre amado, te pongo en los altares,
y ruego que me quieras, mi llanto corre a mares.
Recuerdo añejos besos, ¿los besos? ¡desvarío!
Formateo el recuerdo, tan fugaz y vacío.
Regreso a mi presente, reflexiono el futuro.
La vida se me escapa, ¿y el amor? ¡sin apuro!