Respiro.
Luego de lo frío de las noches y mis días, de lo triste y desolado del que fué un corazón y no un sobreviviente,
luego de la fuerza por un respiro para luchar por un aliento
y luego de aferrarme a la esperanza de sanar,
al fin respiro... Puedo sentir algo más en mi garganta algo más allá de lo helado del entorno algo más allá del desierto de la vida.
Respiro la justicia que esperaba y vuelvo y vivo,
La ceguera de mi ser logra ilusión por lo venidero de los días, mi alma los desea con aprecio y añoranza y creo que hay esperanza por lo apacible de los días que puedan existir.