Antonio Miguel Reyes

La profecía

 

La profecía

 

Tan mala era la vida que tenía

que solo dedicaba malos gestos

y no veía buenos esos textos

por ver lo que del otro se decía.

 

Mirándolo llegó la profecía

que fue necesidad de los honestos

y todos fueron rápidos dispuestos

donando lo que nunca recibían.

 

No duela mi palabra solo escucha

la gracia de mis letras es tu amparo.

Recuerda que el cariño es una ducha,

 

Repartiendo amistad y afecto claro.

Repele como tal infame lucha

disfruta su sabor azucarado.