Te deje ir entre las sombras
para que tu espejismo
renazca en un eclipse
que nuble el día,
y vaya en contra
de tu melancolía;
te deje ir no por cobardía
sino por osadía,
para que tu corazón
fuera como la poesía
libre y lleno de dinastía
porque los versos
viven de las alegrías
de aquellos poetas
que componen a la vida...