El pensar profana mi sueño, Aunque se me han fugado hace rato las ganas de dormir.
Es que es demasiado intimidante la sola idea De enfrentarme a la misma vida Pero sin ti.
Por eso intento parar el tiempo con mi desespero, Pero sólo he conseguido que el reloj Se ria de mi.
Con la aguja que marca el segundero He cosido el esmero, y tejido un par de abril.
Para exponer mi mente a un otoño más triste sin ti y sin fin.