Anestesia eficaz
necesita mi sangre interna.
Suministro adecuado para calmar dolor tan álgido.
me parte en gajos, mi mente cierra,
me quiebra la medula existencia,
afuera.
Habitaba en su corazón, yo era sus latidos,
Irrigaba su cuerpo,
nutria sus sueños,
circulaba su anhelo,
adentro.
De pronto se detuvo el amor que ahí habitaba
su sangre no fluyó más a mi caricia
seco su risa.
No vi lo que detrás quería:
liquidez por materiales venas.
Y retire aquello en que habitaba
por falta de esas células doradas.
Paré la circulación,
de aquello que fluía
saque todo afuera;
quedando desahuciado dentro.
Por eso anestesia,
tiene que tener mi nueva sangre roja
duele adentro;
mientras ella fuera. Fin
Lic. Isaias González Arroyo