CIENCIA SOCIAL
Estamos apresados en cemento,
inmóviles dentro de una amalgama
de contrarios dentro de un psicodrama
que, de cambiar, no encuentra su momento;
y nos contamos siempre el mismo cuento:
ese, del que trama, mama y brama
frente al que emite un ético programa
para la igualdad y el discernimiento.
Los porcentajes siempre son los mismos
y forman una rígida estructura
que separa antagónicos abismos
entre el saber y la acérrima incultura,
ambos sumidos en sus propios autismos:
uno de ideas y otro de castradura.