Esas aguas cristalinas
de la fuente del amor
son las que sacian mi sed
si a beber acudo yo.
Un manantial de frescura
un torrente de pureza
corrientes de sentimientos
allí nace tu belleza.
Siento el frescor en mis labios
su suave delicadeza
fluyendo cual en cascada
letras para mis poemas.
Esa fontana eres tú
sus aguas, sangre en mis venas
que desata la pasión
cuando me sacio al beberlas.
Ese arroyo que naciera
se ha transformado en un rio
al igual que nuestro amor
que con el tiempo ha crecido.