El vello denso, extenso de tu cuerpo
tan tuyo, en tu pecho como remolino
Aquellas cicatrices esparcidas en ti,
beso cada una tratando de enmendar el daño
aunque sé que no se borrarán
No importa, sólo veo que la vida no fue fácil
y aún así es bella y valiosa, como tú
Como tu sonrisa, inmensa, eterna
Inextinguible.
Mi hombre, querido mío, de una tierra lejana
Vienes de montañas negras como tu barba,
de inviernos helados, arduos
contrarios a tu cálido abrazo
La vida contigo es risas y cantos,
pláticas y debates intensos
Zarzuela y amor cortés.
Eres virilidad pura, inquebrantable
te has levantado solo
Y ahora estoy a tu lado
agarro tu mano quemada, la beso
Gozo tu existencia y tu vida
Eres el sol que me ilumina.
Mi hombre, tan mío, tan mío.