Estoy dónde tú estás,
respirando tu aire,
bebo sólo de tu copa,
de tu ser desnudo.
Y resueno en tus pasos
que van por la calle,
ensancho las veredas
para que vayas y pases.
Recojo tus miradas,
como flores de la tarde,
con el aroma de una vida
que despierta al esperarte.