Tiene mucho que explicar el alfiler,
cuestión de tiempo si descubre el pie.
Amenaza: puedes estar a favor,
en contra o no ser.
En el orden antiguo era un hombre
vestido de bufón,
impenetrable danzaba el caos.
No se excusaba,
no debía favores,
y podía morir.
Con el dedo índice
remolinaba el cielo
y caía lluvia de antojos.
Pero fue antes, mucho antes
de la calle desierta
custodiada por perros
de cuatro ojos.
La figura que canta en los procesos
frente a este perezoso decía no,
y quizás era sí.
Fue entonces el principio del desastre,
el desvarío de la cuerda,
la momificación del malabarista colgado,
con cierto amaneramiento y rareza,
atado por el pie, cabeza abajo,
sobre el temor.
del cuaderno Mar de la Mancha, 1992
Editions Hoy no he visto el Paraíso.