La pena de un Payaso
Lloraba un titiritero lágrimas de puro acero
con tanta rabia decía que su vida no tenía
ni cariño ni dinero, un zagal que le miraba
pastoreando la lana, con la voz casi escondida
pregunta ¿Si es la bebida por la que pierde su gana?.
El payaso con su pena dijo; mi vida no es buena
¿te parece un acertijo? La culpa la tiene un hijo
que su dolor me condena, me dice que no me quiere
y que yo del nada espere, si me ve de mí se esconde
pide ser hijo de un conde y quiere que desespere.
El rapaz, parco en palabra agarró fuerte a una cabra
agitándole las ubres le dijo ¿A ver si descubres
mi pensamiento que labra? ¡estás sacando la leche!
jamás tu mente se estreche y sigue pensando cosas
nunca es camino de rosas, solo hecha mala leche.
Enséñale tú la puerta, que jamás se dé la vuelta
que salga cagando leches, que vea tu malaleche
rebusque donde se esconde ese tal maldito conde
volverás a sonreír, haciendo al mundo feliz.
El chavea consejo dio y con esto terminó
¡Si payaso! tú has ganado, da gracias al infeliz.