A blanco y negro te tengo,
a níveo el papel y la noche a la tinta,
es la fotografía de allá afuera, tibia y melancólica.
El sol no se manifiesta, mientras yo lo espío al soplo de su indicio,
porque si mi estrella aparece, de él saldrá el arco iris que espero.
Debería hacer algo, debería me repito,
ahora duermes y yo despierta te observo,
a mis adentros sonrío, dispares horarios, infames traidores.
He prometido dormir, pero la alborada amor, me sedujo,
con la promesa de un expreso doble sobre las manos,
en Clave de Sol de mis fruiciones, anhelo y antojo,
¿Debería acaso tentarte con un toque de amor incandescente?
En un juego interminable de seductores amantes.
Al salón en penumbras a lo lejos observo
mirada en reproche de un viejo amigo,
hace ya un tiempo que no oso mirarte,
lo sabes, el Violín es testigo y el Piano mi cómplice,
te acerco, mi pobre Cello abandonado,
vamos, acompáñame en este abandono de mi amante,
“Predule” a Bach me complace,
a vuestro sol a un compás en bienvenida a este un día naciente.
Clavel Rojo
© Alejandra P. Rodríguez Espinosa. Todos los derechos reservados
“Todos somos aficionados, la vida es tan corta que no da para más”
Charles Chaplin