Escribo poesía, le recitó al viento, suspiro nostalgia en la lluvia, recuerdo su despedida tras esa puerta, recorro el camino con ironia, me emociono en la canción del día.
Le grito al alba desde mi ventana, busco alimento al inspirarme en el cielo estrellado, haciendo colores, escuchando aquéllos instantes irrecuperables, brillan los pétalos de las flores en primavera. Voy desenterrando mí felicidad, y recordando lo que un día sintió mi corazón.
Sonrio a pesar de la tempestad que en la tormenta anida,
recitó con despecho aquéllos instantes irrecuperables y describo la tristeza que cada trazo oculta tras los versos de este escritor.
Como olvidar cuando descubri en mi juventud aquel paraíso oculta en su mirada, y como un colibrí volé hacia sus pétalos y que en el tibio crepúsculo perdí su calor mientras sepultado esta éste corazón junto a aquellas palabras que prometimos jamás usar en vano.
Y me acuerdo como en cada noche clara, me muevo hacia mi ventana, y en la nada que en mi cuarto provisiona, grito tratando de desahogarme en el mar y fue tan grande el consuelo.