Bajo las sombras blancas de la lluvia
tus ojos enmudecen,
las bocas entreabiertas ya no se esperan.
Los labios se muerden mientras acechan,
el mal humor de los labios a solas.
Cuantos surcos deja el silencio tras la lluvia.
La nostálgica lluvia de febrero en los tejados de la Primavera,
y la humedad de los párpados.
Puede
que el enemigo de las vidas
me haga llorar.
porque no es como la esperaba.
En mi viejo cuerpo
lleno de nostalgias,
donde misteriosas lágrimas
profesan el oficio del querer
y se baila bajo la lluvia
aunque sea más seguro refugiarse,
allí de puertas adentro
me miento.