Llega la noche y es tarde, voy a Morfeo a entregarme,
pero entonces observo el techo, y hallo mi cama tan grande.
Mi fiel aliada, ¡tan fría!
¿Necesito compañía? No será para ocuparte.
Quiero dormir en abrazos, que me acunen como niña,
en un regazo de
armiño con mieles, lleno de calma.
Quiero vivir con los besos entrada la madrugada
con amor al mediodía, y a mitad de la jornada,
que su voz sea una canción como pájaro, entonada,
que acaricie y multiplique en mi alma su tonada.
Y que al llegar la tarde y percibirme cansada,
comparta su pan conmigo,
y que no exija, ya nada...
Solo paz entre nosotros, deleite de las palabras,
gozo del alma y del cuerpo,
con pétalos en la cama,
y con miles mariposas revoloteando en las sábanas,
¡No te enceles, fiel aliada!
Necesito un hombre entero, solo de aquellos que aman,
aleación de bronce y miel,
de noche, de madrugada.
Y también de atardeceres con cantos a las mañanas.
Que llegue envuelto en poesía,
y de versos hecha el alma.
...
Dejo de mirar el techo y me abrazo a mi almohada,
Voy a viajar con Morfeo, en la inmensidad de mi cama
quizás entre sueños llegue,
quizás ...
lo encuentre mañana.