Ninhursa , madre de los valles y los ríos,
Sumeria majestad en lo divino,
¡Oh protectora de Lilit!, en su abandono
Pleno de coraje…
Hoy vive en el templo,
Donde regala caricias pre semíticas,
Y la siniestra forma se amalgama
Con las luces de “lo amante”,
Como una música irreal ,
¡ Tan consecuente en la sangre!,
Con el inicio en Nammu,
Creadora del agua y el fértil valle.
Estratos de Kît…
Allí no me odiabas tanto…
Cuando rezabas insultos y maldiciones,
Tan anacrónicas y revitalizadas
cómo las pantallas marrones,
en los televisores pobres.
Como sentir tu cercanía,
¡Oh, Diana!.. compulsivamente cruel… como Palas Ateneas,
Se te va la vida en odiar,
Se te van los sueños,
Y en las negruras de tus entrañas mientes,
Suenan las campanas a tu engaño,
Y los fieles por temor se presinan…
Porque un día más vivieron sin tu acoso “jacobino”,
“Asiria “ Tortura del día a día ,
Y mientras…mi vida transcurre, sufriendo,
En esta inmensa aventura de cubrirme de amor,
¡oh Zeus!, no me des música…dame un alma,
Que busque una alegre mañana de Carnaval.
Paco José González