Matias 01

De pronto me doy cuenta...

Mentira.

De pronto me doy cuenta: no hay nadie.

A las tres de la mañana,

solo el silencio golpeando a los ojos

que aguardan,

solo el aire como estilete haciendo sangrar

un nombre,

y el corazón infatigable -no sé porque-

en el sitio del amor

con su niebla de ausencia y su ceniza

de olvido.

 

Mentira -Ada Luz- el tiempo no calma el dolor.

De pronto me doy cuenta: tu sitio es vasto

como la tierra y como el aire

te alzas cada vez que camino entre los muertos.

¿Me dirás por qué ya no podemos

caminar bajo el sol?

¿Por qué estas manos mías no pueden

cerrarse sin las tuyas?

Ahora que no se en que manos me duermo

y solo siento a la hierba rencorosa

alegrarse cada vez que la lluvia cae

como si llorara un corazón.

 

¿Porque ya no podremos sentarnos juntos

-bajo el sauce-

con los ojos ardiendo un deseo?

Igual, me siento bajo la sombra del árbol

-solo por ti- para verte en mi recuerdo

y oírte entre esta tempestad de silencio

que paraliza el aire.

Nada ha quedado. Solo mi inocencia.

Mentira -también ha muerto- y la soledad

es el desierto

donde nos reencontramos de nuevo

para vivir un sueño.