Decretemos un mundo
lleno de luz y amor,
un limpio corazón
y un hacer conscienzudo;
Decretemos un mundo
sin guerras ni crueldad,
donde sea el amar
el anhelo más puro;
Decretemos un mundo
sin violencia fraternal,
donde el Nunca Jamás
rompa ancestrales muros;
Decretemos un mundo
sin hambre ni amarguras,
sin amenazas rudas,
sin afanes confusos;
Sé que todo es un sueño
que jamás pasará,
pero este ideal
firme lo mantendremos;
y aunque nadie nos siga
seguiremos con fe:
Ese Reino del Bien
de Libertad y Vida...