Y estoy aquí, sentada, esperando en la víspera de mis recuerdos.
Esperando por una señal, una caricia, una llamada o tan sólo una mirada tuya; esperando por vivir lo ya vivido, por besar lo antes besado y por respirar lo respirado; esperando también por lo inesperado, por todo aquello espontáneo, por todo lo dicho que no he escuchado y por cada instante que no ha sucedido…
Esperando por ti, mi niño amado, sin motivos ni señales pero aún asi sigo esperando por ti, por todo lo que vales.
Y después de esperar tanto, después de despertar y darme cuanta de que han pasado ya los días, meses y años; me doy cuenta también que aquí, sentada, te seguiré esperando…
Alicia Acevedo Inzunza. Todos los derechos reservados ®