Alex Gramt

Mi Ășltimo respiro.

Hasta el cuello llegó 

la noticia de tu ausencia

 y el silencio de mi ser 

fue el ruido más fuerte 

de hasta luego,  beligerante.

 

Mutó el dolor de la piel 

hasta cubrir mi cabello 

con canas lleno de locura

así perdí lentamente la razón,

colapsado por escuchar 

el murmullo final de voz.

 

Esa voz clavó en mi cuello 

las heridas mas fieras 

agua con sal mesclada,

de las heridas más crueles 

producto de tus besos,

en zonas que nadie había 

sembrado besos en otro tiempo.

 

Este respiro ya casi lo dejo 

para empezar morir 

en la estrechez de tus andares, 

que arden con extenso fragor.

Alex Gramt