Acaricia mi rojo más profundo
entre sábanas blancas y de seda
entregándome todo tu mundo
en la amplitud que el amor conlleva.
Cabalga despacio mis planicies
hasta que llegues a mi alta montaña
y con la yema de tus dedos me acaricies
encendiendo mi fuego que te extraña.
Descubre cada surco de mi espalda
con los besos que tus labios diseñan
y arder entre abrazos y caricias
convirtiendo nuestro lecho en una llama
Esparce en mi ser tus fuertes aromas
los que avivan mi libido en llamas
que cual guitarra entre tus dedos
saque de mí la nota más alta
para que toque la punta de nuestro cielo
entre estrofas de versos que nos aman
y que una lágrima recorra nuestras mejillas
mientras un orgasmo nos baña el alma.
Consiguiendo la paz y el sosiego
que da el amor a quienes lo exaltan.