A veces te quiero de una forma diferente…
de un modo misterioso…algo confuso,
o será que solo parece que te quiero…
desordenadamente…de manera incoherente…
como si no te quisiera realmente.
Te quiero…
pero me veo huyendo,
escapando de la primavera de mentiras que inventaste,
me veo evitando tu espejismo de fidelidad y calma,
me voy escondiendo de tu habilidad para hacerme creer que eres capaz de quererme…así sinceramente…
e intento sortear tu cinismo esclavizante que me arrastra al precipicio de tu seducción hiriente.
A veces despierto queriéndote de forma vehemente…
engatusado por las migajas que sacudes en mi delirio,
deslumbrado por tu coqueteo desleal al que he sido confinado.
Y me cuesta disimularlo.
Me doy cuenta que estoy preso a esta sumisión determinante…que me aflige.
Con impotencia intento desprenderme de lo que siento,
y no puedo, aunque permanentemente lo intente.
Te multiplicas y arrasas todos mis fragmentos…
y entonces te veo dando vueltas en mis sentidos…
recorriendo la mente y el corazón…con una frialdad espeluznante,
como si no te abrumase causarme daño,
como si jugaras conmigo…despiadadamente.
Te quiero a veces con una pasión desmedida,
con un regocijo que explota de contento,
con unas ganas de llevarte a la gloria…
pero me contengo.
Te quiero a veces descontroladamente,
de una manera impetuosa…
desbocada…desobediente,
como si fueses el último amor que sabe de pasiones incontenibles,
como si fueses el último tren con destino a esa paz tan buscada.
Te quiero…de una forma poco habitual,
como si no te quisiera realmente,
pero sé que te quiero…de algún modo…
inexplicablemente
.
Te quiero y no puedo negarlo…
porque que es indudable…que se me hizo evidente.