Hermes Antonio Varillas Labrador

Delirio de un chalado en la alborada.

 

Delirio de un chalado en la alborada.

 

Una verdad de conmiseración empapada

en otra época sería cual fuerte bofetada,

o de pronto, una actitud poco considerada

más de medianoche y en níveas sábanas

como testigo mi muñida almohada,

ella me susurró en voz entrecortada:

Voltea hacia el lado opuesto de la cama

no me respires tu aliento en mi cara,

por supuesto, le di razón obvia y humana,

pese a que solitario e íngrimo estaba

soñándote en una fría madrugada.

Era tal vez mi musa muy entusiasmada

que con ecos buenos días me musitaba.

 

– Hermes Varillas Labrador

#FormandoCiudadanía & #ElArcoIrisDeLosNiños