La muerte-una vez lo dijiste-es un sueño
que nos involucra pasiva pero descomunalmente
en una historia sin comas ni un solo pretexto
ruín, sin dientes para masticar mentiras tranquilamente.
Es tu viaje, tu sueño adverso a tu dedicación
inalcanzable y muy ortodoxo tu anhelo
elevado en lo más alto de la opresión
idealista ultraderecha del miedo y el permiso.
Permiso para ser libre y vivir juntos,
en un país el cual las personas
ajenas a sus garantías individuales
viven sumergidos en la ignorancia asesina.
Si te llamo mi amor es por que te amo
y no hay derechos reservados para besarte.
No puedo expedir una visa para desvestirte,
aunque ya es muy tarde, irremediablemente lo hicimos.