Cristóbal Salvo

Tormenta en verano

 

Es otro el mundo en una tormenta.

Yo lo veo yo lo presencio:

el cielo se raja a gritos roncos

como la insondable caverna del hombre o del mar

y comienzan a caer cántaros

               de agua gris o transparente o negra o luminosa

sobre las duras superficies indefensas

y los árboles gimen se retuercen o danzan

y los insectos/pájaros que no se sabe dónde

porque más cántaros que luego cascadas ríos un océano

                    - nuestra deuda total de lágrimas-

y un ventarrón capaz de sofocar al silencio

 

que después

 

al término del espectáculo

 

se abre como flor naciente

un milagro nunca antes visto

por este otro mundo

momentáneamente libre de dolor.