Ed-win

El pastor de los gusanos

 

El pastor ha decidido
 bajar de la montaña,
trayendo su rebaño consigo.
A pesar de su edad, nada lo detenía,
 pero el rebaño que él traía
¡No era un rebaño normal!
 Era un rebaño muy particular,
de miles y miles
 de  gusanos de seda.
  Estos gusanos tenían
 pico de loro. 
Cuando abrían la boca
  anunciaban la verdad
 y desvestían la mentira.
Sobresalían sus colmillos
 y sus largas lenguas lanzaban 
fuego como dragones.
Esta noticia llegó a oídos de los zares
 y los puso nerviosos e intranquilos.
 El rebaño y su pastor 
se hicieron famosos por su  rareza, 
se decía que eran indestructibles
 y realizaban milagros 
como en las escrituras de Dios.
Los zares se preocuparon 
 y se mostraron ansiosos 
por conocer al gran pastor.
El pastor despreció la invitación
y decidió ignorarlos por completo.

 Los zares con esta noticia
   se levantaron en armas,
 algo les preocupaba.
 En sus caras se les veía.
¿Quién sabe por qué?
Temían al pastor y a todo  su rebaño.
 Tal vez porque  las malas lenguas
no decían cosas buenas
de este famoso pastor.
 Pensaban que eran
 inventos de la gente
 como si fuera  un mito.
 Pero ya no lo era.
 Los zares lo tenían
al frente de sus caras,
 \"aterrorizados\".
  Decían las malas lenguas,
 por donde esté pastor pasaba
 con su rebaño,
la desgracia lo perseguía
como su sombra.
Él no recibía regalos,
ni compraba amabilidad
 y menos por parte de los que le temían.
 Él no era bienvenido
 en ningún sitio,
pero nadie se atrevía
 a detenerlo.
  Cada  vez que pasaba
 por tierras fértiles,
 un desierto dejaba a su paso