No es odio lo que siento, es que no sabes diferenciar entre un lamento de amor desesperado y el de rencor. Piensa en lo que te he demostrado y que he sido leal coherente y constante.
Me he sentido morir, han llegado momentos a mí que he querido dejarme llevar, que se dé el último suspiro. No le veo sentido a mi vida y solo al cerrar los ojos y verte sé que debo seguir.
Lo único que me hace soportar este mundo es la lucha por tu amor. Las rabias, peleas, desconfianzas me hacían actuar de la peor manera. Entiendo por todo lo que pasaste, porque yo mismo sufrí por las mismas cosas.
Podría estar en el lugar más alejado y no encontraría nada más hermoso que el amor que te tengo y profeso. Lo di, lo doy y lo daré todo por reavivar ese gran sentimiento también en ti.
Debes saber que mi amor es incondicional, pero él es impredecible, inesperado, no lo puedo controlar, puedo ser insoportable, por eso muchas veces lo confundes con odio, pero no es así.
Mi pecho no puede contener este corazón, pues él ya no es mío te pertenece únicamente a ti; sabes que yo no quiero obsequios, nada material, lo único que siempre he querido es saber que me amas.
Te entregué mi corazón esperando recibir el tuyo a cambio, te he entregado mis vivencias esperando vivas muchas más conmigo, te doy lo que soy pues todo lo debo ahora a ti.
G3