Supongo que no basta con encerrarse
entre cuatro paredes, para sacarle punta
al lápiz, y ver que todo lo que engendras,
sobre el papel, se transforma, milagrosamente,
en poema. Supongo que cuesta añadir
la siguiente palabra, la siguiente opción,
la opción adecuada, y cuesta, sencillamente,
porque, crear belleza, cuesta, y cuesta de verdad.
Así que no basta con masacrarse estúpidamente,
ni con martirizarse innecesariamente, viviendo
entre esos libros que te aportan, todavía, un poco
de esa vida soportable y auxiliar, que tanto
precisas.
Sea la poesía, un camino para la vida.
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