Toque las almas el don tan sagrado
que se ha perdido vagando en el mundo
porque el amor ya no vive fecundo
en las culturas de un mundo bregado.
Cumplan los sueños de un mundo soñado
para la gente que vive el submundo;
nunca provoquen su ser iracundo,
porque la vida ya le ha devanado.
Doblen trompetas su canto de lucha
contra el malvado que nunca te escucha
frente a penumbras que opacan los cielos
como la sombra que cubre la luna
que oscureciendo sutiles anhelos
clama el amor que no arrulla ni acuna.