Huellas del pasado
Le escribí unas letras para que regara mis labios secos y florecieran como jardines llenos de besos, le conté que su ausencia era amarga como el café pero su presencia hacia mis momentos mas dulces.
Sigo recordando todas las veces que empezó dando vueltas en mi cabeza, en mi cama, girando alrededor de mi obligo y como una peonza rodaba por mi boca, mi cuerpo y mi piel, así es mi mente un carrusel de momentos mágicos que nunca se detiene.
La acariciaba en cada esquina de mi mente porque ya era parte de mi, de mis momentos, de una historia que estaba escrita, podía custodiar cada uno de sus suspiros, rememorando su recuerdo tan profundo como un ancla a miles de metros bajo el mar.
Cuando hacíamos el amor mi cohete estaba diseñado para elevarse, alcanzar su cielo y atravesar las encantadoras nubes resbaladizas de su piel, era nuestra galaxia donde las estrellas permanecían siempre encendidas.
Así la recuerdo en unas letras que solo ella sabe que son suyas, así la mantengo conmigo de la única manera que se, escribiéndole.
Los recuerdos no se marchan si te aferras a ellos.
Las huellas del pasado no mueren mientras vivan dentro de ti.
Jordi Etresi
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