Toda la noche se revuelve con claridades,
Con el río de tu amor que la invade,
Se funde con ella, la gobierna, es inevitable,
La controla tu corazón enamorado, es interminable.
Brillan las luces nocturnas entre el bronce y el alba,
Toda la noche nos amamos y nos dijimos románticas palabras,
Mientras tenuemente dejaban tu carita bellamente iluminada,
Que se unía con la luz de nuestra amorosa llamarada.
Toda la alcoba está entre luces rosas,
Nacen de tu alma, contrastadas por la caída de las hojas,
Que se impregnan sutilmente con tu inocencia,
A juntarse nuestros labios, siempre tienen esa tendencia.
Todo nuestro amor es más grande de lo que imaginamos,
Crece y tiene sus frutos como un gran árbol,
Bañados con las gotas de la lluvia clara,
Con esa celestial y cristalina agua.
Con mis besos esa boquita hermosa hago mía,
Con tus ojitos de luna, bellos, tiernamente me miras,
En ese lugar donde las nubes con nuestro amor crecían,
Y llega el viento silencioso y de puntillas.
“Viene silencioso el aire, para acariciar tu cabello viene de lo más distante, mientras con tu dulce boca que sonríe, das amor a mi alma que sólo por ti vive.”