Sobre la forma de su imagen viva
recreada de mi noche blanca en luna
me deleitó tu sonrisa efusiva.
Angelical con brillo y reflejo,
en ese instante me quede perplejo.
Posó interno, impresa.
Presa fui de su gozo;
Espejo nítido y mental,
fascinación a largo plazo, invariante.
Y sobre su figura que a mi ser reanimó
recuerdo de mi noche negra inoportuna
pues me la quitó la muerte sorpresiva
Espectral con frio y ajenjo;
posa yerta, tiesa.
Preso soy del sollozo.
Y el umbral obscuro y demencial,
espantó por siempre aquel bello semblante. Fin
Isaias Glez.