Busco tu fuente
de aguas claras,
quizás son dulces,
quizás... amargas;
pero es mi destino,
eres mi vino,
no me embriago como todos,
¡me embriago contigo!
Busco en tu fuente
calmar mi sed,
llenar mi vida,
llenar mi ser.
Soy como el viajero
que huye de la guerra,
en busca de agua fresca
en una nueva tierra:
Pretendiendo olvidar,
aunque nunca lo logre,
él beberá del agua...
buscando que ella borre,
las heridas que lleva,
no en la piel
ni en las entrañas;
sino, en el despertar
de cada mañana.
xE.C.