No puede ser Margarita,
mi amada Margarita,
que me digas tú hoy eso,
te parece a ti que miento?
Deberás crees que es cierto
o que niego lo que siento
ante este gran amor,
que me consume y me llena.
Crees de cierto vida mía
o es tan solo un reclamo
que tomado de la mano
lo comienzas a ensayar.
Y llevar a paso incierto
por el laberinto de los celos;
mal camino escojiste
y te auguro fracasar.
Te parece a ti que miento?
le pregunto a ese gato
que nos mira con desden
desde el oro de sus ojos.
Te pregunto tierna niña:
¿y que tal si lo discutimos,
mañana por la mañana....
con humeantes tazas de café?
© Armando Cano.