El mundo, el puto mundo. Se llena de espantos. Y nadie responde al s.o.s de las salamandras.
Lástima de las lágrimas, quemadas de rabia. Mañana, hablaremos solo de datos.
Amotinando sucesos, que tapen las conciencias.
Ahóra ya corre el rojo intenso y nadie sabe cuando ni como acabara.
El río de la impotencia.Seguira creciendo.