Cuán disfruto los momentos
de gestar estas locuras,
la música, casi a oscuras,
a flor de piel: sentimientos;
vorágine de recuerdos,
imágenes, voces, muchas;
momentos de paz y luchas,
personajes locos y cuerdos;
palabras llenan mi mente,
ritmo pausado y muy lento,
nada parece consciente,
todo es un camino abierto.
viene la idea y se mete
y se transforma en soneto...