Soy correcto con mi jefe y obedezco.
Correcto con el cliente
y soluciono sus problemas.
Correcto con mi país y pago impuestos.
Soy correcto con mi amigo
oyendo sus dramas cotidianos.
Correcto con mi novia,
mi paciencia igualando a la suya.
Correcto en la red y miento sin malicia.
Correcto con lo que deseo y me lo callo.
Y con tanta corrección
me deslizo a perder la cordura.
Soy correcto con la opinión
y respondo lo que espera.
Correcto con los tiempos
y sonrío en la foto.
Correcto con la gente
si no tengo el día torcido.
Pero tanto esfuerzo por lograr la corrección
me desliza, poco a poco, hacia la locura.