jesus alberto porras

Plasmada estás en mi mente 

 

Ojos que me seducen 

Labios que incitan 
al primer encuentro 

Dos seres entregados 

el mismo sentir de antaño 

Donde todo empezó 

Ese romanticismo acabó
cuando el futuro comenzó

Manos inertes 

Dolor ferviente
de súplicas inocentes

Llorando los infantes 

Besos fríos 

Mirada ausente 

Tenerte es martirio
en este idilio

Penumbra agonía 

Ahogada mi voz 

Mis hechos gritan 

No hay sentido 
ni coherencia 

Pero si dos huellas 
Creciendo 

Amor de un sentir 

 un hechizo eterno 

Vos de cálido sentimiento 

Si será travesía de este amor 

Mirada profunda 

Besos eternos 

De este amor que deseo