Somos de barro,
pequeñas marionetas
con corazón.
Y ese detalle
nos hace diferentes
y hasta distintos.
Por eso vamos
soñando y suspirando
de noche y día.
Somos estelas,
pequeñas mariposas
en un jardín.
Se llama vida
y tiene todo aquello
que precisamos.
Pero lo malo
destaca y nos ofrece
sus tentaciones.
Soberbia, usura,
envidias y egoísmos,
son una muestra.
También hay celos,
deseos tortuosos
y odios sin nombre.
¡Cuánto dolor
existe sin motivo
en vez de amor...!
Rafael Sánchez Ortega ©
16/02/22