Dulce fantasma de los versos que lloran
afónicos en la desilusión de la palabra
en el desencanto de la tristeza que congela el latido
entumeciendo las venas con el dolor del olvido
Dulce fantasma de los versos que no arden
amargos como hiel en el tiempo
en la danza sin ritmo
en el canto sin sonido
Me revelo ante ti, te desafío
con versos de pasión fluyendo por los labios
llenando la boca con sabores de entrega
de lujurias como cánticos
y miradas penetrantes, horadando la piel
extrayendo las entrañas
Te enfrento, con mis versos de pasión
que incendian la piel, impunes, insolentes
llenando de misterio la ofrenda de un beso
encantando la caricia con la seducción de un susurro
Dulce fantasma de los versos ásperos
has partido con tu llanto
de mis libros y mi canto
has partido con tu consternación
de mis verbos y desencanto
Hoy mi verso esculpe fabulas,
Afroditas desnudas entre sábanas,
vírgenes, llenas de fascinación y hechizo.
Hoy mis letras tienen nombre
tienen música y encanto