Escuchando testimonios,
De jóvenes en la Iglesia,
No puedo más qué admirar,
A Dios, su gran Amor y cortesía.
En retiro o en convención,
La iglesia, O en tú misma habitación,
Cuándo Él toca tú corazón,
De rodillas agradeces, su gran plan de Salvación.
La ansiedad social, las inseguridades,
Sentimientos de culpa y vergüenza,
Todo se nos muestra con luz al final del túnel,
Y en Su palabra el plan que al mal venza.
También agradezco qué aunque tardé en comprender,
Mi vida y pensar cambiaron,
Y aún Cuándo no he abierto quizá todo mi corazón,
Él va mostrando las áreas qué sin un cambio quedaron.
Le agradezco por la mujer tán entera,
Qué ha sido la ayuda idónea,
Que para mostrarme lo bueno y malo de mí,
En nada ella titubea.
Para ser mejor persona,
Tengo mucho por hacer,
Hoy sé qué Él está conmigo,
No puedo desfallecer.
Él tiempo es Hoy… entrega tú vida a Cristo,
Mañana podría ser tarde,
No te pase lo que al necio que murió,
En su ignorancia, Haciendo del mal alarde.
En el libro de Isaias, 1:18 al 20,
Nos hace la invitación,
\"Venid y estemos a cuentas…\",
No mueras siendo un rebelde, Y vayas a perdición!