Sul

Ahogame si puedes...

 

 

El oscuro deseo de que las ramas suelten tus piernas.

El huracán que se lleva en el pecho se apague.

Que todas las piedras enterradas en las rodillas dejen de hablar para dejar arrastrarte, arrastrarte lentamente en el pozo profundo que ellas han forjado.

La oportunidad de ver un lazo de cosmos se vuelve una locura cuando se está tan profundo, tan abajo.

Cuando se tiene el agua hasta el cuello, esa agua, que no te moja pero que ciertamente te ahoga lentamente gota a gota.

Las esperanzas ajenas lanzadas del otro lado del pozo se estancan en un clamor de libertad.