Hay cosas que decir al pie de las esquinas
no dichas junto al pino
presumo esta vez sin asumir las diferencias.
Hay cosas como el caldo de cultivo
en las marcas del alma
en carbones de olvido
del tamaño que no importa del silencio.
Hay cosas que decir que están pintadas
en los vidrios detrás de los visillos
que reflejan aldabas predispuestas
aunque a la puerta ni siquiera se atrevan.
Esos ojos de tierra movediza
miran desiertos lejos de los espejismos
sin ver en sus esferas las tormentas
de arena que desnuda
la soledad que grita.
Hay cosas que decir que no se dicen
porque se escriben en urdimbres escondidas
debajo de las alfombras antiguas.