( ABBAACCDC )
De improviso viniste a mi vida
como llega la lluvia en verano
y exaltada tomaste mi mano
con la chispa de anhelo encendida.
Tu dejaste en mi pecho prendida
de pasión llamarada candente,
y tu boca sensual y sonriente
de su miel me ofreció la dulzura
con tu beso voraz y ferviente.
( ABBAACCAC )
De manera tranquila y serena
caminaba sin sueños de gloria
mas pudiste cambiarme la historia
con tu encanto de bella sirena.
Convertiste silencio en verbena
y de aromas mi mundo llenaste,
y en el alma febril me sembraste
de ilusión la mas blanca azucena
con la cual mi pasión despertaste.
( ABBACAACC )
Ya mi sien de argentado se viste
mas tu imagen mi mente conserva,
y de ayer el delirio me enerva
y su dulce recuerdo me embiste.
Han pasado los años y siento
que la luz de mi vida tu fuiste,
que la gracia de Dios me trajiste
al brindarme de amor su cimiento
empapado de gran sentimiento.
( ABBACDCCD )
Es por eso que siempre te añoro
y recuerdo tu dulce sonrisa,
la que fuera de mi alma su brisa
y esplendente y valioso tesoro.
Tu mirada celeste y radiante
alumbró con su rayo el camino
con el brillo de regio diamante
que posee el fulgor deslumbrante
de un cenit luminoso y divino.
Autor: Aníbal Rodríguez.