Tomás Arencibia Gil

Al pie del árbol una ausencia gesticula

Al pie del árbol una ausencia gesticula
y algún descuido va y se rompe para siempre
si de pronto con la pausa nos halagan.
Al pie del árbol ya no hay sombra endurecida,
ya no hay sombra
y los columpios de la voz ya no se mecen.
Cabizbajo de no estar, el gesto nos recuerda
que el halago ha madurado su caída
y de caerse está el descuido hecho de hojas.
De hojas secas que se ausentan,
al pie del árbol la pausa permanece,
con su gesto endurecido,
al pie del árbol nos añora