El Viejo llama a mi puerta
pero no le dejo entrar,
grita amenaza, suplica,
maldice y vuelva a llamar
escondido entre mis sueños;
a punto de despertar
me muestra fotografías,
el carnet de identidad,
los retratos de mis nietos
y de los que ya no están,
pero yo quiero ser joven
por toda la eternidad,
amo, escribo, sueño ¡Vivo!
vivo la vida sin más
que robarle tiempo al tiempo,
salud a la enfermedad,
alegría a la tristeza
y a la guerra, amor y paz,
porque el tiempo que me resta
lo tengo que aprovechar
cantando, amando, brindando
por esa felicidad
que a veces se hace la esquiva
y sabe hacerse rogar
pero acaba entre mis brazos
y no la dejo escapar
que vida no hay mas que una
y si hay otra ¡Dios dirá!